En su preparación Fran entrenó la bici, como es lógico, pero
se fue preparando para lo que eran sus nuevos desafíos, entre ellos la
navegación. Practicar con el GPS le supuso el primero de sus retos, para ello
entrenó tanto de día como de noche, familiarizándose con esta herramienta tan
necesaria. Allí fue ganando en seguridad a la hora tanto de navegar, como de
hacerlo en condiciones de luz más escasas, simulando las etapas que le esperarían.
También nos descubrió el secreto de qué tipo de materiales llevar encima, para
no dejar que ningún imprevisto pudiera amargarle su paso por la carrera.
Incluso hablando de la alimentación y suplementación deportiva, para vencer
cualquier impedimento físico.
A la hora de entrar en carrera, dejó muestras claras de la estrategia
del equipo, de la importancia de la caravana, de tener bien pensadas las etapas
y los diversos y estresantes movimientos del equipo. Incluso nos narró su experiencia
con el temible Hombre del Mazo, que todos los ciclistas tanto tememos, y como
luchó contra el para terminar doblegándolo y acabar su última etapa. Para finalizar
nos narró cómo tuvieron una experiencia con el GPS, donde nos destacó el buen
compañerismo que acompaña a esta prueba.
El frío se convirtió en el protagonista y mientras los adultos
pensábamos a en un buen café calentito, los enanos nos quitaron la idea ya que
venían con ganas de disfrutar de una buena ruta, así que nos pusimos pies a los
pedales y salimos de la morera de Cerceda para paliar el frío.
Aún quedan algunas buenas estampas otoñales que nos
acompañaron en una ruta familiar y asequible, que tendría una sorpresita para
los más cabras locas. Así que emprendimos la marcha dirección Moralzarzal por
la Cañada Real Segoviana, que nos llevaría a entrar en la citada localidad
rodeando los pies del telégrafo, afrontando de esta manera el tramo que emprenderíamos
para llegar a la siguiente localidad, Becerril de la Sierra. Para ello cogimos
un camino agradable y que nos hizo de parapeto del viento, que de vez en cuando
nos hacía recordar que el invierno está llegando, el camino de las Marías,
precioso para recorrer y disfrutar.
Llegando a nuestro último pueblo destino, nos tocaría
regresar hacia el camino del telégrafo, no sin antes dar con lo que algunos
conocen como el circuito de Motocross. Un pequeño trazado, pero divertido,
donde los más peques y mayores se desataron trazando sus curvas peraltadas en
tierra, sus subidas y bajas reviradas, donde todos lo disfrutamos y dimos unas
cuantas vueltas. 
Una vez reagrupados de nuevo empezamos el regreso al punto
de partida, vuelta de nuevo buscando la Cañada Real Segoviana y está vez
entrando por el camino que nos llevaría a discurrir paralelos al río que lleva
el nombre de la agrupación, el Samburiel, hasta la zona de puente de Madrid
donde acabaría esta ruta de más de 20 Km donde los más peques se portaron como
campeones.
Desde la morera nos dimos cita un grupo amigos,
destacando a Merche que se estrenaba en
nuestras salidas y a nuestro Isra que se incorporó en marcha. Una ruta que
saldría a recorrer el precioso anillo circular que nos llevaría a dejar Cerceda
para recorrer la cañada real, en busca de la bonita panorámica que nos dejan
los altos de Manzanares donde su pantano y castillo dejan una preciosa panorámica
para nuestros ojos. De ahí emprendimos la marcha para adentrarnos en uno de los
tesoros de la zona, el Parque nacional de la Sierra de Guadarrama, por donde
nos adentramos cogiendo el primer repecho, que nos haría disfrutar con una
subida tendida pero agradable, gracias a las tonalidades otoñales que nos
regalaban bonitas postales por las que atravesar nuestro camino.
El parque dio salida en una de sus escapadas a cambiar de
localidad, para descender literalmente por una trialera, a la que ninguno
hicimos ascos, hasta la ermita de El Boalo, donde nos adentramos por alguna de
sus calles para terminar cogiendo el bonito sendero, que termina uniendo
Cerceda con esta localidad y que a su vez da a las Praderas, por donde
discurriría la ascensión a nuestro punto más alto Matalpino. Para llegar allí
tuvimos que vérnoslas con la subida que enlaza la carretera de Matalpino con el
Gamonal con esta localidad. Exigente pero otro regalo más para la vista,
atravesando el camino, mientras nuestras monturas van pisando un manto de hojas
otoñales recién caídas, preludio de que le queda poco al otoño.
Este fin de semana se acercaban a realizar la marcha cicloturista Los Lagos de Covadonga Enrique, Rosa, Fran y Susana. Aprovechando el puente del Corpus han disfrutado lo que la metereologia les ha dejado para hacer un poquito de turismo por la zona y degustar esa riquisima sidra que tenemos en la zona norte de España. En las imagenes vemos que habia en los habituallamientos tambien, "Como se las gastan estos del norte". Despues de los dias anteriores diluviar en la marcha les ha respetado el tiempo y solo encontraron un poco de nibla en la zona alta como es habitual. Pero terminaron la prueba buscando la siguiente que sera en breve y muy cerquita de casa (MARCHA CICLOTURISTA PEDRO HERRERO).
Cuando en 2004, el ciclista escocés David Millar fue detenido y expulsado de la competición internacional por haber utilizado sustancias ilegales para incrementar su rendimiento, su vida de ensueño se vino abajo. Millar lo perdió todo: un contrato millonario con uno de los principales equipos del pelotón, su opulento estilo de vida en la Costa Azul, el apoyo de sus colegas más cercanos e incluso la medalla de oro que había conquistado pocos meses antes en el Mundial. Este es el relato en primera persona de un joven idealista que llegó a la alta competición y, muy pronto, sometido a una gran presión por su entorno, empezó a doparse con EPO, la droga ilegal más extendida en el mundo del ciclismo. Millar, actualmente en activo y reconvertido en un militante contra el dopaje y sus devastadoras consecuencias, construye un fascinante y trepidante retrato del ciclismo profesional y de las presiones, miserias y bajezas que subyacen bajo su superficie.
Entre el thriller y el relato confesional más desgarrado y emotivo, Pedaleando en la oscuridad ilumina las zonas oscuras del ciclismo y, por extensión, del deporte de élite en general.
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