En un día de climatología adversa el Enduro Fun Festival 2016 se daba cita en la segoviana estación de esquí de Cerezo de Arriba y su espectacular bike park, y lo hacía para poner el cierre a la competición, que ha estado muy marcada por el clima.
El broche de oro a esta competición lo pondría Mariano, nuestro samburiel, que a pesar del nivel de los participantes que se dieron cita en la última prueba acabaría imponiéndose en la tercera plaza, de la general.
Los circuitos eran nuevos totalmente para todos los corredores. Entrenamos muy duro el día anterior haciendo el recorrido tres veces. Muchas curvas cerradas y tramos de pedaleo a muerte. Mariano
Esta posición le permitió ascender un puesto más en su categoría, master40, por lo que nuestro endurero ayer se llevó un podio triple, su tercera plaza de la carrera, 2º en su ategoría y segundo de la general, en M40, subiendo desde la quinta posición, cerrando el Enduro Fun Festival de la mejor manera posible.
Este pasado domingo algunos de los amigos de la Samburiel
nos reencontramos con el mejor cicloturismo, dándonos cita en la ya clásica Bilbao-Bilbao.
Una marcha que este año alcanzó la nada despreciable cifra de 7712 amantes de
la bicicleta.
El sábado aprovechamos para calentar motores con los mejores
pinchos proteicos de la tierra y algún que otro Txacolí, con la excusa de
reencontrarnos con los amigos y de poder visitar una de las más bonitas y
modernas ciudades que mezclan con elegancia lo antiguo con lo más moderno.
Muchos samburieles a las 8 de la mañana del domingo arrancábamos
lo que para muchos era la primera marcha de la temporada, para otros una excusa
de juntarse con los amigos y compartir unos pedales, algunos incluso se atrevían
a que fuera su estreno en el mundo de las cicloturistas, como Merche, otros como
preparación para retos aún más altos, etc…Cual fuera el motivo, lo cierto es
que pudimos disfrutar de un día que nos respetó, en lo climático, para saborear
el ambiente ciclista que sólo clásicas como esta marcha tienen y que son sin
lugar a dudas una excusa para compartir buenos momentos y tachar la cita bilbaína
en el calendario como imprescindible.
La ruta discurrió por parajes del norte, donde destacaban
las subidas donde la paisajística natural de la zona rompía con los decorados
de las zonas más urbanitas. En general un recorrido pensado en disfrutar de
todo un poco y con subidas asequibles para que cualquiera pueda plantearse esta
marcha como una buena candidata a ser disfrutada.
Lo mejor sin duda fue poder ver a todos nuestros amigos con
una sonrisa en el rostro y ver alcanzada la llegada a meta sin problemas, que
dejan un sabor dulce, como sólo las dos ruedas pueden a veces transmitir.
Podría destacar muchos momentos, pero sin duda me quedo con la foto de como
algunos de los compañeros/amigos de este deporte nos arropamos para compartir
la entrada en meta, que para alguno era un sueño, convertido en realidad.
Nada más que añadir, como dicen en la zona Eskerrik asko!! Gracias a todos!!
El domingo pasado regresó el espectáculo de los descensos y
las bajadas imposibles al ya repetido municipio de Moralzarzal, donde se dio
cita la nada despreciable cifra de 250 participantes.
El tiempo volvió a ser el protagonista de la jornada y es
que las nieves caídas en las últimas horas, añadían un puntito picante a los
tramos de descenso.
En M40 Mariano volvió a enfundarse el mono de trabajo para
afrontar la complicada jornada. Una caída en la primera especial, le restaba
tiempo, sumado al cierre de su tramo favorito y donde tenía la mira puesta, el
ya conocido descenso Trail to Helll, que en esta ocasión se cerraba por exceso
de nieve y algún rezagado que le complicaba un poco el crono, restándole entre
30 y 45 segundos, todo un mundo en este tipo de deporte. Aun así Mariano terminó
8 de su categoría, manteniendo su línea de regularidad.
Ahora queda esperar a la última de las pruebas el primer fin
de semana de abril en Becerril de la Sierra, donde sin duda llegará con ganas
de quitarse la espinita,¡¡¡ánimo Mariano!!!
Este pasado domingo 7 de febrero a las 8 de la mañana, arrancaba la primera de las pruebas del Enduro Fun Festival (EFF). El escenario el famoso Telégrado (Cerro de Cabeza Mediana), donde las temperaturas y el viento no impedirían disfrutar de una jornada del mejor de los deportes más extremos sobre dos ruedas.
La primera carrera del circuito EFF, patrocinada por Santa Cruz, en la Ciudad Deportiva Navafría de Moralzarzal, La lluvia caída, la noche anterior, dejaba unas excepcionales condiciones para los más de 170 riders, locos del descenso, que se dieron cita, en este arranque. Un arrnaque donde uno de los protagonistas del día iba a ser nuestro Samburiel Mariano Fernández, que se las vio con los mejores endureros, venidos de 13 provincias distintas.
Nuestro Samburiel no podía comenzar mejor en su primera cita en Moralzarzal, las condiciones eran buenas y el escenario muy conocido por los amantes de las emociones fuertes, así que Mariano sacó sus mejores armas y alcanzó la 5ª posición de su categoría. Un estreno de lujo, en el escenario perfecto, con el que se volverá a enfrentar en breve, ya que la prueba repite municipio, el próximo día 28 en el Parque de la Tejera.
La confesión de un ciclista de éxito que se dopaba con EPO
Cuando en 2004, el ciclista escocés David Millar fue detenido y expulsado de la competición internacional por haber utilizado sustancias ilegales para incrementar su rendimiento, su vida de ensueño se vino abajo. Millar lo perdió todo: un contrato millonario con uno de los principales equipos del pelotón, su opulento estilo de vida en la Costa Azul, el apoyo de sus colegas más cercanos e incluso la medalla de oro que había conquistado pocos meses antes en el Mundial. Este es el relato en primera persona de un joven idealista que llegó a la alta competición y, muy pronto, sometido a una gran presión por su entorno, empezó a doparse con EPO, la droga ilegal más extendida en el mundo del ciclismo. Millar, actualmente en activo y reconvertido en un militante contra el dopaje y sus devastadoras consecuencias, construye un fascinante y trepidante retrato del ciclismo profesional y de las presiones, miserias y bajezas que subyacen bajo su superficie.
Entre el thriller y el relato confesional más desgarrado y emotivo, Pedaleando en la oscuridad ilumina las zonas oscuras del ciclismo y, por extensión, del deporte de élite en general.